Ya queda atrás el 2021.
Muchas eran las ganas de reunirnos como si nada hubiera pasado, como si no hubiéramos vivido todos esos meses de aislamiento e incertidumbre. Y, aunque el ritmo de enseñanzas y reuniones había continuado de manera telemática, en el interior de cada miembro de Mogor existía el anhelo de este retorno presencial.

Y, tras tanta espera, por fin pudimos celebrar nuestra amistad en persona y regresamos a nuestra sede madre. Un lugar sagrado en el que celebramos el druidismo que nos une, que nos entrelaza de una manera tan profunda que no podemos describirlo con palabras. Siempre de manera segura, y adaptándonos a las restricciones sanitarias del momento, nos unimos para celebrar dos acontecimientos muy especiales: el paso de nivel de la Escuela del Roble (de bardos a vates) y el nombramiento de tres nuevos druidas. Dos ritos muy emotivos y esperados con paciencia.

Impulsados aún por la alegría del reencuentro, saludamos con ilusión y esperanza al 2022. Un año cargado de nuevos proyectos y oportunidades de seguir trabajando el druidismo. Otra nueva etapa que recorrer en este camino ancestral; en el que el anochecer de un año, no es más que el amanecer del siguiente.

ODM

En memoria de Terry Dobney y Sorgin, dos guardianes muy especiales para Mogor. Que sigan caminando juntos por las estrellas y guíen nuestros pasos hasta que nos volvamos a encontrar.

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